Xalapa, Ver. (Vanguardia de Veracruz).- Pobladores de la congregación El Castillo denunciaron que descargas sanitarias procedentes de la colonia Las Higueras y el fraccionamiento Casas Homex están contaminando los manantiales que abastecen a la zona, lo que ha derivado en un brote de enfermedades y afecta a al menos 18 mil personas.

De acuerdo con el agente municipal, Óscar Luna Mendoza, la situación se originó tras una obra ejecutada por la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento de Xalapa en la que se habrían conectado aguas residuales al sistema de drenaje pluvial, provocando su vertido directo a cuerpos de agua que abastecen a varias comunidades.

Durante un recorrido con autoridades ejidales se identificó que las descargas fueron canalizadas a un canal pluvial a cielo abierto en la calle Popocatépetl, lo que ha generado escurrimientos de aguas negras hacia los manantiales, señaló el representante, “una empresa canalizó las aguas negras al canal pluvial a cielo abierto, fue una forma de evadir el manejo adecuado de las aguas residuales”.

El brote ha provocado casos de enfermedades gastrointestinales y de la piel, como urticaria y dermatitis, según reportes de habitantes que han sido canalizados al centro de salud de la comunidad para su atención médica.

La problemática también afecta a localidades cercanas como Castillo Chico, Las Cruces, El Guayabo, Terrero, Rancho Nuevo y Tres Pasos, y aunque se presentó una denuncia formal CMAS habría afirmado que no cuenta con infraestructura de tratamiento de aguas residuales en esa área, ya que la planta más próxima se ubica en la central de abastos.

CONTAMINACIÓN TAMBIÉN EN LA LAGUNA DE CASA BLANCA

Vecinos de la laguna ubicada en la colonia Casa Blanca, de esta ciudad capital, denunciaron la presencia de contaminación debido a que el agua tiene una coloración verdosa y es utilizada como depósito de basura por habitantes de la zona.

De acuerdo con testimonios, no es la primera vez que se presenta esta situación, ya que en ocasiones anteriores se ha reportado la presencia de olores fétidos asociados a la acumulación de desechos y al estancamiento del agua.

Los colonos expresaron su preocupación por las condiciones ambientales de la laguna, ya que señalaron que a pesar de sus reportes las autoridades no han realizado acciones efectivas para su saneamiento.

Este problema se suma a quejas similares registradas en otros cuerpos de agua de la ciudad, como los lagos del Dique donde también se ha reportado acumulación de residuos y deterioro de la calidad del agua.

Los habitantes de Casa Blanca hicieron un nuevo llamado a las autoridades municipales para atender la situación y evitar un mayor deterioro del ecosistema, que forma parte del entorno urbano de Xalapa.

Asimismo, insistieron en la necesidad de campañas de concientización para evitar el uso de espacios naturales como basureros y, exhortaron a implementar medidas de limpieza y restauración ambiental en la laguna.

Xalapa, Ver. –(Vanguardia de Veracruz). – El estado de Veracruz ocupa el tercer lugar a nivel nacional con mayor violencia política y electoral en lo que va de este 2025, de acuerdo con información de la organización “Data Cívica”.

En la información oficial se detalla que de enero a abril de este año, la entidad registró 18 ataques contra actores políticos, ocho de ellos aspirantes a cargos públicos.

Desde que comenzó el año, la violencia político-criminal ha ido en aumento en Veracruz. Entre enero y febrero, los ataques pasaron de 2 a 6.

Un mes antes de las elecciones de 2021, Veracruz registró el pico más alto de violencia desde 2018, con nueve ataques documentados.

A escasos cuatro días de los comicios locales, existe el riesgo de que se repita este aumento de la violencia.

La noche del martes 20 de mayo, un grupo armado abrió fuego contra la casa de campaña de la candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Juan Rodríguez Clara.

La aspirante resultó ilesa gracias a los elementos de seguridad que la acompañaban, debido a que fue de las primeras personas en solicitar medidas de protección tras haber recibido amenazas.

Con estos hechos, aumentó la cifra de ataques contra actores política en la entidad veracruzana.

Xalapa, Ver. (Vanguardia de Veracruz).- El glaciar ubicado en el Pico de Orizaba ha retrocedido cerca de 100 metros en los últimos cinco años, lo que evidencia un proceso acelerado de degradación que podría llevarlo a su desaparición definitiva.

Así lo advirtió el investigador Víctor Soto Molina, del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana, durante una ponencia presentada en el Congreso de Veracruz.

“El Pico de Orizaba es como un enfermo terminal y a los que lo conocemos y queremos no nos queda más que cuidarlo en sus últimos momentos”, expresó el especialista al comparar la situación con la etapa final de una enfermedad irreversible. Agregó que si bien no se puede precisar cuándo desaparecerá por completo, existe una responsabilidad científica y ética de documentar su proceso.

Soto Molina presentó una imagen captada en junio de 2024, al término de la temporada de estiaje, que muestra la ausencia total de nieve estacional. En ella se observa que el glaciar está formado únicamente por hielo antiguo, sin evidencias de acumulación reciente.

Al comparar esta fotografía con registros de 2019, el investigador concluyó que el perímetro del glaciar ha retrocedido casi 100 metros. Además del retroceso horizontal, también se ha documentado una reducción en el espesor del hielo. En la parte superior, donde normalmente se acumula la nieve que alimenta al glaciar, ya es visible el basamento rocoso, lo que indica una interrupción en el proceso de formación de hielo.

“¿Qué pasa cuando dejamos de alimentarnos? Nuestro cuerpo empieza a degradarse. Eso mismo le está ocurriendo al glaciar del Pico de Orizaba”, explicó el académico durante su charla “Introducción a los glaciares y criósfera”.

Aunque este jueves se registró una ligera nevada en la cima del volcán, el investigador aclaró que estas precipitaciones ya no son significativas. La escasa nieve, de apenas unos centímetros, se derrite en cuestión de días o semanas, y no logra transformarse en hielo glaciar, un proceso que requiere años de acumulación continua y temperaturas sostenidamente bajas.

Soto Molina también alertó sobre las consecuencias del deshielo en la estabilidad del volcán, debido a la pérdida del permafrost (una capa de hielo permanente que actúa como cemento natural en las paredes rocosas) cuya desaparición ha provocado derrumbes recurrentes en la zona.