Poza Rica, Ver. (Vanguardia de Veracruz).- El servicio de transporte colectivo en autobús prácticamente ha desaparecido de esta ciudad, y actualmente sólo cuatro unidades recorren la petrópoli.

Esto es consecuencia de la invasión de taxis, cuya cifra aproximada de concesiones es de casi 6 mil coches.

El chofer de uno de los autobuses que sigue vigente en la ciudad lamenta que con el paso de los años desaparecieran, y más aún porque son parte fundamental del desarrollo y la historia de Poza Rica. También explica que ningún gobierno, tanto municipal como estatal, se preocupó por apoyar el rescate del transporte de autobús, seguramente porque es más redituable ver circular miles de vehículos por la ciudad.

Para los choferes de los urbanos, los taxis no sólo representan una competencia contra la cual definitivamente ya no pudieron competir, también son equivalentes a contaminación y un medio de transporte que facilita la comisión de varios delitos.

Sin embargo, reconocen que por parte de la iniciativa privada nunca se apostó por el rescate o un plan de inversión para atraer pasajeros. Cientos de unidades terminaron en talleres, descompuestos y sin posibilidad de salir a prestar el servicio. “Había veces en que teníamos que esperar dos meses por nuestros carros, salían y sólo servían 20 días y otra vez al taller, y mientras nosotros sin trabajar”, señala otro extrabajador del transporte urbano.

Actualmente, sólo son dos las unidades que recorren la ruta Casas Geo-Kilómetro 47, así como Lindero-Plan de Ayala. Mientras que dos unidades más subsisten en la ruta de la colonia Anáhuac y campo 3, pero reconocen que el número de usuarios se redujo hasta en un 60%. “Es cierto que un autobús recorre varios puntos, varias rutas y colonias, pero el servicio es tardado, y la gente prefiere pagar más, pero llegar en menos tiempo”, expone el chofer.

Por si fuera poco, los precios del combustible han ido en aumento, pero las tarifas del transporte suburbano no aumentaron; aunque empresarios transportistas siguen esperanzados en que la situación mejore, en Poza Rica han desaparecido más de 40 rutas, mismas que hoy se disputan agrupaciones de taxistas que constantemente pugnan por el control de los sitios de ascenso.

Adquirir un vehículo nuevo supone un gasto de 2 millones de pesos, pero los empresarios saben que no podrían costear todos los gastos, no sólo la mensualidad de estos autobuses, también el pago de diésel, refacciones y salarios de choferes, pues la competencia que ejercen los taxistas es demasiada y los pone en una evidente desventaja.

En Poza Rica aún hay personas que prefieren viajar en autobús, incluso si tarda más en recorrer la ciudad, ello también implica recordar viejos tiempos, revivir recuerdos del desarrollo de una ciudad en la que hace algunas décadas el pasaje era de 2 y 3 pesos y en la que los estudiantes o adultos mayores tenían tarifa preferente, algo que los taxis colectivos no han podido igualar.