Poza Rica, Ver. (Vanguardia de Veracruz).-En este solar amado por el sol, circulaba el periódico “El Mundo”, que llegaba irregularmente, dependiendo del estado del tiempo, de los caminos o del trenecito. Muchos tampiqueños esperaban las noticias de su tierra, estaban al pendiente desde la lejanía de las notas sociales o de todo el acontecer del terruño. Los tampiqueños de hueso colorado añoraban las tortas de la barda, el café Mundo de Rubén Leo, o El Selecto.

Era más estrecho el vínculo petrolero de Poza Rica con Tampico, Cd. Madero y Reynosa, que, con ciudades como la capital de la república o el puerto de Veracruz, incluso con Xalapa, la capital del estado, de tal manera que muchas veces, por el nexo familiar y sanguíneo de un buen porcentaje de la población con el puerto jaibo se le mencionó en un artículo periodístico como “Poza Rica, una comunidad tamaulipeca”. Y no les faltaba razón. No había carretera ni puentes a Xalapa y a los gobernantes no les importaba gran cosa lo que aquí sucediera, veían con recelo al Ing. Merino dispensador de favores en todo el rumbo.

En Poza Rica, era muy común que los bailes y posadas de fin de año fueran amenizados por la orquesta Tampico de Claudio Rosas o Los Gatos Negros de Henry Cerda (que al casarse radicó en Mata Redonda, Veracruz). Cada vez que venía a tocar a Poza Rica era todo un acontecimiento.

En el cabaret “María la O”, un saxofonista de la orquesta de Claudio Rosas llamado Adolfo Carmona entabló una relación sentimental con esta dama. Cautivaba a su enamorada interpretando sensualmente la pieza “Dejé mi amor en San Francisco”. Cuando dejó su amor en Tampico y se trasladó a esta capital petrolera, fundó y dirigió la orquesta “Tampico”.

Llegó el Grupo Tampico de  H.H. Fleishman que en 1951 inauguró la embotelladora Poza Rica, fabricante de Coca Cola y Squeeze, en el fraccionamiento Jardines de Poza Rica, segunda curva a Coatzintla.

El servicio aéreo se inició el lunes 23 de febrero de 1951 cuando la empresa “Transportes Aéreos Tampico”, con un avión Douglas DC-3, comenzó operaciones nombrando primer gerente al señor Roberto González, propietario de una refaccionaria ubicada en la gasolinería del centro de la ciudad, cuyo concesionario era el señor Mateo García Rodríguez.

El avión procedente de Tampico salía diariamente de esta ciudad a las 8.45 de la mañana rumbo a la ciudad de México. Retornaba a Poza Rica a las 16.30 de la tarde para continuar el viaje con destino al puerto jaibo.

El pasaje a Tampico costaba $40.50 viaje sencillo y $70.50 viaje redondo. A la ciudad de México el precio del boleto era de $42.50 viaje sencillo y $74.50 viaje redondo. Adicionalmente se abrió el servicio de Express Aéreo al costo de 40 centavos por kilo a la ciudad de México y 37 centavos por kilo a Tampico.

Destacaron algunos dirigentes petroleros procedentes de Tampico: Lázaro Domínguez, Melitón Arvizu, David Cano, José Canseco Delgado, que ocuparon la secretaría general. Don Raúl Carballo Wolf excelente pianista fue subcontador de Pemex; Juanito Hernández fue Oficial Mayor del departamento de Contaduría.

Los tampiqueños se llenaron de consternación al conocer la noticia del incendio del Cine Encanto, el  3 de abril de 1953.

Magníficos softbolistas fueron en  la década de los 50´s: Toribio Zúñiga y Jacinto Rojas Zárate. Y muy popular el Chavalo Gutiérrez, también conocido como el guiri-guiri.

Mención especial merece el trabajador petrolero Raúl Lara Mendoza (originario de Amatlán), que de joven emigró a Tampico donde trabajó como taxista sobresaliendo por sus dotes oratorias y su capacidad de liderazgo. Contrajo matrimonio con la señorita Lucía Becerra. Raúl, alcanzó la posición de regidor del Ayuntamiento, pero al asumir la gubernatura del Estado don Emilio Portes Gil, con quien no comulgaba políticamente salió huyendo y llegó al kilómetro 31 donde trabajó un tiempo y después continuó hasta Poza Rica, donde hizo carrera política: secretario general de la sección 30 del STPRM en 1946, primer presidente municipal constitucional de Poza Rica (1952-1955) y diputado federal en 1958.

En 1954 el señor Jesús González llegó a instalar el Café El Mante que nunca bajó sus cortinas porque no tenía; daba servicio las 24 horas frente al mercado, (al fallecer lo heredó a su hijo Pablo González). Después se instaló El café Capri, siguiendo la misma línea gastronómica: sabrosas tortas ya no en bolillo, sino en un pan más suave llamado Margarita, bisquetes recién horneados, machaca con huevo, etc.

El 7 septiembre de 1955 el ciclón Gladys azotó con fuerza Tampico-Madero y otras poblaciones del Golfo de México. El domingo 18 y el lunes 19  el ciclón Hilda arremetió contra el puerto con vientos de hasta 300 kilómetros por hora. Arrastró el buque-tanque petrolero “Cerro Azul” y lo fue a estrellar contra las escolleras. Y en el colmo de los infortunios, el ciclón Janet, el día 29 aumentó los destrozos, el luto y la consternación. Las aguas crecidas del río Pánuco, días después, hicieron más negra la desgracia.

Se cerró la refinería de Árbol Grande, municipio de ciudad Madero. Fueron movilizados cerca de 500 trabajadores de la Sección 21 a esta ciudad. Fue la popular generación de Los Marcianos en alusión al rítmico chachachá del cubano Rosendo Ruiz, muy en boga.

Vinieron en las filas marcianas: Abel Castillo Plascencia, Heraclio Cárdenas Galindo que trabajó en el departamento de Máquinas y Herramientas, hermano de Roberto Cárdenas “Boby”, magnífico boxeador, que trabajó en Combustión Interna (y llegó a ser Campeón Estatal de peso ligero del estado de Veracruz en 1957), y el poeta ozuluamense Juan Francisco Nieto Gómez, que había sido vecino de la colonia El Cascajal.

Buscaron un lugar donde acomodar sus casas y compraron un terreno al señor Donato Pérez entre el kilómetro 4.5 y la escuela Art. 123 Benito Juárez, por el rumbo de La Petromex, y apareció en el mapa urbano la colonia “Tamaulipas”.

En todo México los compositores tampiqueños impusieron sus canciones en el gusto del público. Ernesto Cortazar es coautor junto con Manuel Esperón, de grandes éxitos en la voz de Jorge Negrete y Pedro Infante. Se escuchaban profusamente las voces de Matilde Sánchez La Torcasita,  la de Marilú La Muñequita que canta, el dueto de las Hermanas Huerta, o el Trío Los Jaibos con su Carta Fatal.

El Grupo Almacenes Ibarra S. A. de Tampico, inauguró un moderno edificio en Boulevard Adolfo Ruiz Cortines No. 305 casi esquina con Av. Constitución de la céntrica colonia Tajín, el 27 de marzo de 1971, contando con la presencia del señor Joaquín Madaria. Con el nombre de Almacenes Poza Rica, se estableció en esta ciudad  el año de 1955, y en 1960 se hizo cargo de la gerencia el señor Ramón Fernández.

En 1956, al cerrarse la “Fundidora de Tampico” llegó por estos rumbos Rafael Gómez Mariscal, buen tornero, que alentó a su paisano y amigo Gilberto Mancha para que concursara en el programa de aficionados que patrocinaba Café Don Martín a las 4 de la tarde en el teatro-estudio de la estación XEPR, y ganó.

Resultó inolvidable la presentación del tenor Genaro Salinas en el Club Tampico en 1957, los micrófonos de la XEPR transmitieron a control remoto su voz y excelente calidad interpretativa para deleite del público radioescucha, especialmente el femenino.

De igual forma puede reseñarse, dos años más tarde, la euforia arrolladora de las composiciones del maderense Roberto Cantoral (La Barca, El Reloj), que dieron a conocer “Los 3 Caballeros”, o la fiebre de la cumbia de la que fue destacada exponente la tampiqueña Carmen Rivero, con su cantante Linda Vera, en los años 70, y poco después las hermosas baladas de la compositora Lolita de la Colina.

La relación petrolera se estrechó más en 1962 cuando la Sección 1 del STPRM se encumbró en el sistema nacional petrolero con la llegada de Joaquín Hernández Galicia a la secretaría general del STPRM durante el sexenio de López Mateos, hasta el 10 de enero de 1989.

Entre los comerciantes tampiqueños cabe mencionar la empresa Lonas Tampico que data de 1972. La cadena de restaurantes Supercream  y Gorditas Doña Tota,  abrieron sendas sucursales en el área de Almacenes Soriana en 1999, que desgraciadamente unas semanas después fueron flagelados por la inundación del 5 y 6 de octubre de ese fatídico año. Los hermanos Rodríguez iniciaron actividades con su cadena de zapaterías.

Con esta breve reseña queremos dejar asentado que la presencia de los tampiqueños y la comunidad tamaulipeca en Poza Rica es de honda huella. No solo en el renglón petrolero o empresarial, sino en el deportivo, artístico, y social. Nuestros estados limítrofes nos complementan y nos hermanan. Los pozarricenses vemos a Tampico como una leyenda petrolera, como la madre generosa, la hermana mayor, y también como la musa deslumbrante.

Por: Leonardo Zaleta, Cronista de la ciudad