Poza Rica, Ver.-

(Vanguardia de Veracruz).-

Mientras los créditos hipotecarios a los que tienen derecho la mayoría de los trabajadores oscila entre los 400 y los 600 mil pesos, las viviendas que ofertan inmobiliarias llegan a costar hasta 2 millones de pesos, generando que reducido número de personas puedan costearlas.

Según expertos inmobiliarios, la disparidad en los salarios es el factor que más influye; prueba de ello es que el promedio del crédito que otorgan tanto Infonavit como Fovissste derivan del sueldo que percibe el trabajador; sin embargo, cuando sus ingresos apenas rebasan el salario mínimo mensual, los créditos hipotecarios a los que tienen derecho son bajos.

Ismael, quien ejerció su crédito Infonavit, recuerda que fue difícil encontrar una casa acorde a la cantidad que le ofrecieron; sin embargo, en el 2020 era su única opción, o de lo contrario, seguiría pagando renta.

“Me ofrecieron una casa en un fraccionamiento llamado Pueblo Nuevo, de Coatzintla, había casas incluso hasta más baratas, pero no hay buenos servicios; aparte es un sector que no existe ni está reconocido por el Ayuntamiento (sic). Mi esposa me dijo que buscáramos una casa en Poza Rica, y después de buscar encontramos una casita en Gaviotas, más cara, pero conseguí otro préstamo y di la diferencia”, declara el joven de 33 años, quien labora en una tienda de conveniencia, percibe ingresos mensuales no mayor a 7 mil pesos.

Como el caso de Ismael hay cientos, sobre todo aquellos que quieren comprar casa, pero su crédito no es suficiente; según una asesora de Infonavit, en estos casos se permite unir un crédito con otro o pagar la diferencia para concretar la adquisición de una vivienda.

Sin embargo, ha resultado difícil para las inmobiliarias concretar la venta de casas recién hechas, por la sencilla razón de que sus precios son elevados; además, si bien se trata de casas con ciertos lujos, la ubicación no termina por convencer a los compradores, quienes optan por ejercer créditos en zonas de más alta plusvalía.

¿Qué pasa cuando una casa recién hecha no es comprada? Una asesora de ventas de una inmobiliaria respondió que una vez que están concluidas y listas para habitar es importante comenzar a generar ingresos, y si bien no a través de un proceso de compra-venta, inician bajo un arrendamiento.

“Por lo regular una casa concluida debe ser sujeta a arrendamiento; también hay casos en los que si han pasado meses o incluso años, el inmueble sale a remate. ¿Qué quiere decir?, pues que, aunque sea a un precio incluso más bajo, pero deben venderse, aunque no todas las inmobiliarias hacen eso, explica.

PAGAR RENTAS SIN CONSTRUIR PATRIMONIO

Rentar una casa puede satisfacer una necesidad básica para un trabajador y su familia, pero a largo plazo no está generando un patrimonio; por lo tanto, quienes rentan una casa hacen todo lo posible por tener una propia o dejar un bien para sus hijos.

Las rentas en la ciudad de Poza Rica, considerada una de las zonas económicas más importantes del estado, oscilan entre los 2 mil y hasta 8 mil pesos, dependiendo las necesidades y la posibilidad de pago.

Doña Angélica, quien laboraba como intendente en una escuela narró cómo es que dejó pasar la oportunidad de comprar una vivienda en el 2017, sencilla, pero que al final de cuentas sería de ella “Tenía unos ahorros y me vendían una casa en 300 mil pesos, sencilla porque vivo sola, pero sólo tenía 150 mil pesos; algunos compadres me prestaban la mitad para que aprovechara, pero no me animé y ahora he gastado mucho más de eso en rentas”, se lamenta.

Y es que, en efecto, quienes rentan un inmueble tienen que lidiar con un pago mensual que muchas veces no tienen o completarlo significa limitarse en otras necesidades.

COMPRARON BARATO, PERO DEBEN EL DOBLE

En contraste con los altos precios que imperan en zonas habitacionales, Esteban ejerció su crédito hipotecario en el año 2000; es decir, lleva más de 20 años pagando su casa. Sin embargo, pese a que el precio inicial fue de 300 mil pesos, al día de hoy la deuda rebasa el medio millón de pesos, y como su caso existen varios que, lejos de reducir la deuda, van en aumento.

Esteban agrega que, a pesar de la deuda, construir poco a poco un patrimonio que puede heredar a sus hijos le da una tranquilidad, aunque sabe que aún falta mucho por pagar.

Al segundo trimestre del 2020, en la ciudad de Poza Rica y zona conurbada, decenas de personas dejaron de pagar sus créditos hipotecarios a consecuencia del desempleo que dejó la pandemia. Empresas dejaron un despido jamás visto que acarreó un impacto negativo. Mientras conseguían otro empleo y ante el miedo de perder sus casas, solicitaron prórrogas de pago ante Infonavit y afortunadamente el instituto se los concedió.

Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, se estima que en la región, en plena crisis por COVID-19, se perdieron más de 6 mil empleos, de los cuales más del 50 por ciento ya fueron recuperados.