Poza Rica, Ver. (Vanguardia de Veracruz).- La profesión de enfermería tiene características sensibles, como la bondad y la filantropía, pero también es un conjunto de conocimientos que se adquieren en las aulas y en prácticas clínicas, lo lamentable es que ha sido devaluada por los jefes y a veces por compañeros de trabajo.

Iris C., quien forma parte de esta profesión en instituciones públicas, compartió su experiencia a pesar de que tuvo que recurrir a recursos legales para defender su ejercicio.

Destacó que esto permite estar cerca de un paciente y con su enfermedad, dando la oportunidad de empatizar con su familia, pero en contraste el personal de enfermería no cuenta con condiciones laborales favorables.

“No vivimos un ambiente laboral en el que podamos desarrollarnos libremente, porque cuando no es falta de insumos, es falta de empatía, es falta de coordinación, es falta de un buen liderazgo. La carrera carece hoy de una profesionalización y de una ética que nosotros debemos manejar como enfermeras, como líderes porque en el ramo nuestras líderes no son empáticas con su propio personal, porque no ven las necesidades de los servicios y de los pacientes, sólo se ve en quedar bien con la institución”. Lamentó además que con nuevas generaciones se ha ido perdiendo la benevolencia por el paciente a cambio de un salario.

Ser enfermera también enfrenta riesgos que pueden ser muy altos derivado de los padecimientos infectocontagiosos y, no cuentan con insumos adecuados y seguro de vida que garantice su atención.

Por su parte, Libia M. es una enfermera que se prepara y supera de forma permanente, ya que actualmente cuenta con maestría en salud pública. En su punto de vista considera que los profesionales de la enfermería carecen de condiciones laborales tanto de seguridad como de infraestructura, ya que los hospitales se han reducido en espacios y esto origina el hacinamiento de los enfermos.

“Esto trae en consecuencia la inconformidad de los pacientes por la deficiente asistencia. Por más esmero y cuidado se evidencian las deficiencias”, dijo.

Considera que ser enfermera le proporciona un crecimiento como ser humano, por eso es una de las profesiones más sensibles, ya que la asistente es abnegada, bondadosa, así como la filantropía, pero al mismo tiempo hay inconveniencias que no son favorables.

“Las desventajas de ser enfermera son muchas, sobre todo lo más importante son los sacrificios que hacemos por las desgastantes jornadas laborales que tenemos. Nos volvemos un profesional vulnerable dentro de las instituciones de salud, los salarios son muy bajos, no van de acuerdo con el desarrollo y también hay falta de reconocimiento de las instituciones”.

La falta de equipo e insumos, coincide Libia, es un alto índice para que puedan adquirir enfermedades infectocontagiosas, así como los accidentes por las prisas para desarrollar su trabajo, ante una exhausta carga laboral.

En su opinión, las enfermeras se convierten en víctimas de paciente y familiares inconformes que descargan su furia con el personal más vulnerable o con el que esté en frente, así también pueden adquirir enfermedades por estrés.

El personal de enfermería está en todos los servicios y cuando las personas llegan a un centro de salud se acercan a ellas por su lado amable. “Somos el soporte vital de una institución de salud, puesto que todos los profesionales de la salud involucrados en un hospital, siempre se apoyan de los profesionales de la enfermería a un servicio cuando están en formación y cuando ya son profesionales adscritos, siempre van a tener de apoyo a un personal de enfermería”.

Por Lidia López