Poza Rica, Ver. (Vanguardia de Veracruz).- El trabajo infantil es una práctica muy común a nivel global, en México y el estado de Veracruz es el pan de cada día e influyen diferentes factores que orillan a los niños y adolescentes, entre 5 y 16 años, a prestar algún servicio en contra de su voluntad.

LAS CIFRAS

A nivel nacional, Veracruz tiene una tasa del 13 1% de ocupación, inclusive por encima de la media nacional que es del 11.5%, esto lo posiciona en el lugar número 9 de trabajo infantil, una situación preocupante, pero que es principalmente inducida por los padres de familia.

Asimismo, el estado tiene una ocupación no permitida del 8.1%, encima de la media que es del 7.1%, lo que lo ubica en el lugar 10 a nivel nacional, esto quiere decir que los niños y adolescentes que están dentro de estas estadísticas trabajan sin permiso, o bien, son obligados a hacerlo, ya sea por sus padres o por organizaciones que lucran y se aprovechan de ellos.

Mientras tanto, en Poza Rica se tiene un registro de 40 a 50 niños y adolescentes que laboran en cualquier ámbito, pero principalmente en la calle, un fenómeno que ya es identificado y tratado por el DIF municipal.

FACTORES QUE INFLUYEN

De acuerdo a información proporcionada a este medio de comunicación, los niños trabajan por necesidad, pero sobre todo son obligados por sus papás, quienes abusan de su condición y los ponen a vender productos en cruceros, limpiar parabrisas y otras actividades que los ponen en riesgo.

Para ello, desde este organismo se han centrado en brindar apoyo y asesoría, por ejemplo, a ofrecerles continuar con su educación, comida o apoyos alimentarios, pero lamentablemente los papás terminan negándose y continúan en esa misma postura.

Cabe decir que no son niños o adolescentes en situación de calle porque tienen familia y ellos mismos los orilla al trabajo; en este caso, las autoridades no pueden obligarlos a dejar sus “labores”, pues están bajo la custodia y permiso de sus padres, pero la mayor parte del tiempo la pasan en las calles.

Una de las recomendaciones que emiten las instancias pertinentes consisten en invitar a la población a no darles dinero, con esto se corta la cadena de abuso familiar y quizá los padres se vean obligados a cambiar de parecer al ver que no les reditúan ganancias.

COTIDIANIDAD

Lamentablemente estas escenas urbanas son permisibles por la sociedad actual, se ha vuelto normal ver a un niño trabajando en los cruceros, mercados, supermercados y obras en construcción, pero es evidente que hay riesgo para quienes contraten a menores o los obliguen a trabajar, ya que pueden ser denunciados y tratados conforme a la ley lo indica.

Para erradicar este problema también se requiere del apoyo de las cámaras empresariales, es decir, ellos pueden dar empleo a menores, pero siguiendo los lineamientos que marca la ley.

En la Constitución son las fracciones II, III y XI del artículo 123 las que establecen los derechos más básicos para este grupo de la población.

Asimismo, la Ley Federal del Trabajo (LFT), en sus artículos 22, 23, 173 a 180, 362, 372, 995, detalla los derechos de niños, niñas y adolescentes respecto al empleo.

La ley establece la prohibición de la contratación de menores de 14 años, aunque contempla la posibilidad de que los padres otorguen un permiso para que trabajen a los que tienen entre los 14 y los 16 años.

En todo caso se deben respetar el derecho a una jornada máxima de seis horas, con un receso de cuando menos una hora.

La ley establece las siguientes prohibiciones para el trabajo desarrollado entre los 14 y 16 años trabajo industrial nocturno o después de las 10:00 de la noche; laborar horas extras o en condiciones insalubres, peligrosas o que afecten su moral.

Asimismo, reconoce el derecho a las vacaciones pagadas de 18 días laborables, y a facilidades para asistir a la escuela y cursos de capacitación.

Lo anterior fue tomado de un documento oficial informativo sobre el trabajo infantil en el país.

Por Ángel Scagno Castillo

DAD