Poza Rica, Ver.- (Vanguardia de Veracruz).- De acuerdo con la asociación “Todos contra Autofin”, creada para denunciar los abusos de esta empresa de autofinanciamiento, en Poza Rica se han detectado, desde el 2017 a la fecha, al menos 200 casos de fraude en contra de clientes que soñaban con obtener un carro, o un préstamo en efectivo.

Aunque varias de estas víctimas no han denunciado ante las autoridades, se han acercado a la A.C para pedir ayuda; reconocen que es difícil recuperar lo perdido, pero desean que por lo menos que cese la ola de engaños y la Profeco clausure la sucursal ubicada en Poza Rica, donde se han cometido infinidad de abusos.

La empresa opera bajo el sistema de autofinanciamiento que consiste en formar un grupo de personas que periódicamente aportan sumas de dinero a un fondo común, el cual es administrado por un tercero, en este caso la empresa Autofin Monterrey; de acuerdo con la Profeco, estas empresas no tienen permitido otorgar créditos o préstamos, por lo que no pueden ofrecer dinero en efectivo, pero cantidades de hasta un millón de pesos ofrecen para embaucar a nuevos clientes.

El modus operandi consiste en hacer firmar a los interesados el contrato de prestación de servicios donde aceptan cada una de las cláusulas y letras chiquitas.

En Poza Rica, Juan Carlos B y su esposa acudieron para adquirir un carro, ya que la cantidad que tenían era insuficiente para el enganche y que una agencia les otorgara el crédito. “Nos dijeron que las mensualidades eran de 5 mil pesos, que al segundo mes me daban el carro, pero el enganche debía ser de 35 mil, dimos 40 mil por todo, la primera vez”, asegura.

Según el testimonio, Juan Carlos y su esposa pagaron los primeros 4 meses, pero después comenzaron las trabas, “nos dijeron que no habíamos salido sorteados, y que seguro para el siguiente mes ya nos tocaba, la verdad no pensamos que era un engaño, ahora sabemos que a nivel nacional han defraudado a miles de personas, ya no sabemos qué hacer para que nos devuelvan el dinero, ya hasta nos han amenazado”, señala.

Y es que la empresa, al enfrentar una ola de quejas que con el paso de los días aumenta, en algunas ciudades ha optado por cambiar de nombre, pero los asesores y el modo de operar es el mismo.

Según la Profeco, para disponer del bien que la empresa ha prometido, se deben realizar eventos de adjudicación, cuya periodicidad deberá establecerse en el contrato, por ejemplo, Autofin no advierte que adjudicar el carro sólo será posible si salen sorteados en un procedimiento aleatorio.

Esta empresa ha lucrado por años con la necesidad de miles de personas, vende sueños e ilusiones y afecta el patrimonio de familias que, con esfuerzo, juntan recursos para dar anticipos. Al final, hasta para cancelar el crédito deben pagar.

Lamentablemente, en el ministerio público, de acuerdo con una consulta, no hay denuncias formales por miedo a represalias, pero también por la falta de investigación por parte de autoridades quienes con su omisión han propiciado que la empresa crezca y se expanda por todo el país.