Poza Rica, Ver.- (Vanguardia de Veracruz).- Sabiendo la necesidad de miles de personas, los autonombrados líderes invasores han logrado amasar una fortuna a costa del esfuerzo de los que no tienen recursos para comprar un terreno de manera legal.

En Poza Rica se reconocen al menos 22 asentamientos humanos irregulares, lo que quiere decir que, año con año, la invasión crece de manera significativa, abarcando espacios que le corresponde al Estado o a Pemex, en el mayor de los casos; esto ha generado, por una parte, que los líderes de paracaidistas extiendan su negocio, pero también que personas necesitadas de un terreno o una casa, vivan en medio del engaño, sin certeza jurídica.

En Poza Rica, los líderes que incitan a las familias a invadir, no solo lo hacen una vez, según autoridades, el negocio consiste en acaparar otros espacios, para después revenderlos muy fácilmente.

Lo cierto es que hacerse de una propiedad en Poza Rica requiere de una inversión de, por lo menos, entre 100 y 200 mil pesos, pero la promesa de los líderes es que “pronto” tendrán escrituras.

De acuerdo con quienes han puesto al descubierto los casos de fraude con terrenos irregulares, los líderes consiguen constancias de posesión en patrimonio del estado, pero no siempre tienen validez. “En el mejor de los casos, solo sirven para comprobar que poseen o habitan tales terrenos, mas no que son dueños”, aclara la FGE, tras una consulta.

¿Pagos en vano?

Aun y cuando los habitantes de estos terrenos han pagado hasta 100 mil pesos o más, no hay una certeza de que realmente puedan, en un futuro, ser dueños de los predios, pues estos tienen dueño. Lo peor es que nadie les regresará el dinero que ya pagaron.

Hay personas que han vivido en estos predios desde hace más de 15 años, y están esperanzadas en que con el paso del tiempo serán los legítimos dueños.

Pero en el caso de Pemex mantiene denuncias abiertas por el despojo de sus terrenos, incluso hay investigaciones tanto en la Fiscalía del Estado como en la federal, donde hay al menos 3 supuestos líderes procesados, pero no en la cárcel. Estos se han encargado de acaparar la mayor parte de los lotes para después revenderlos, también recurren a la amenaza de desalojo o incluso la quema de casas en caso de incumplir con cuotas de entre 100 y 200 pesos por semana, mientras que el pago inicial va desde los 5 mil pesos.

“No somos invasores”

Los que habitan de manera irregular estos lotes no se reconocen como invasores, ellos aseguran que cuentan con documentos, compraron el terreno a terceras personas o simplemente desconocen de los vicios con los que pudiera contar el predio.

No obstante, las autoridades en Poza Rica señalan que la responsabilidad no es solo para los que incitan o convocan a invadir, también para los que se aventuran a vivir en terrenos con dueño.

En este caso, la FGE también reconoce que son pocas las restituciones que se han logrado porque los invasores oponen resistencia y generalmente alargan los procesos para ganar tiempo.

Uno de los conflictos más graves es el que existe en la colonia Fraternidad Antorchista, La Barita, donde las autoridades investigan la entrega de documentos presuntamente apócrifos.

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