Poza Rica, Ver.– (Vanguardia de Veracruz).-  Más del 80 por ciento de los gimnasios que operan en la ciudad no cuentan con las medidas de seguridad adecuadas y representan riesgos para los clientes. Pese a que deberían ser regulados para supervisar su correcto funcionamiento, estos negocios son espacios donde pueden ocurrir accidentes, como el que le cobró la vida a una dama en la Ciudad de México, caso que obligó a verificar bajo qué condiciones operan estos negocios en todo México.

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Por ejemplo, deben cumplir con requisitos administrativos, como autorización de razón social, certificados, Registro Federal de Contribuyentes, así como la inscripción al Seguro Social.

Sin embargo, según datos, en el país funcionan más de 8 mil gimnasios de diferentes tamaños y con equipamiento diverso; pero la mayoría no cuenta con certificación de organismos deportivos ni es supervisado por las autoridades municipales.

Vanguardia de Veracruz dialogó con un instructor certificado, quien alertó sobre algunos de los negocios donde, si bien el precio ha generado una alta demanda en el servicio, también implica ciertos riesgos.

“Todo depende de cuánto varo (dinero) tenga la persona; además de los aparatos, influye el hecho de que los entrenadores no estén capacitados y son insuficientes ante el cúmulo de clientes que acude todos los días”, dijo.

APARATOS VIEJOS Y SIN ASESOR

El entrenador, quien prefirió el anonimato, relató que cada coach debe dar asesoría a por lo menos 50 personas, lo que resulta insuficiente; esto da como resultado la falta de cuidado en estos espacios para ejercitar el cuerpo, pues la mayoría de los clientes no sabe entrenar y puede lastimarse por la falta de supervisión, advierte.

“Los que tienen aparatos viejos son los negocios que llevan más años establecidos en Poza Rica; sin embargo, el servicio que brinda cada gimnasio es acorde al precio que paga el cliente (sic). El precio estándar es de menos de 400 pesos y pocos son los que cobran arriba de 400 o 500, pero éstos garantizan seguridad en personal que atiende, así como instalaciones y aparatos”, dijo.

Según los datos recabados, más del 80 por ciento de los gimnasios de Poza Rica opera con aparatos viejos y sin personal adecuado; cientos de personas los frecuentan por la sencilla razón de que son económicos.

“La gente no quiere pagar acorde a la calidad. Hay algunos negocios que cuentan con máquinas buenas y otros muy desgastados; no es que estén mal, aquí les decimos que son hechizas, o que no son de marcas tan reconocidas, ya que dependiendo la marca del aparato, está la calidad, porque algunos de estos aparatos pueden ocasionar que los clientes se lastimen”, añadió.

Por ejemplo, uno de los gimnasios con más antigüedad en la ciudad, donde casi toda la maquinaria es vieja, pero por ser económicos, acuden a ellos cientos de personas al día, lo cual imposibilita que se cuente con vigilancia de un experto en esta disciplina, y esto dejaría como consecuencia la probabilidad de que una persona se lesione.

“Por ejemplo, si te pongo a entrenar vengo y me volteo unos segundos, y ya lo estás haciendo mal; te corrijo, me vuelvo a ir y lo vuelves a hacer mal; eso no es un buen entrenamiento, lo correcto es ponerle atención a la persona, también así se previenen accidentes”.

En relación a los permisos con los que deben contar, el entrevistado dijo que estos establecimientos solamente son empadronados por el Ayuntamiento como cualquier otro negocio; Protección Civil sí acude, pero sólo a ver que no tengan la música a alto volumen; no verifican más.

AHORRO QUE PUEDE SALIR CARO

Uno de los aspectos importantes que destacó el entrenador, es que hay varios establecimientos en Poza Rica que, por ahorrarse dinero, contratan a jóvenes que no tienen el mínimo conocimiento y la experiencia para entrenar o dar asesoría en gimnasios.

“Hay quienes medio aprenden este trabajo, los contratan, les pagan y ya se les denomina entrenadores, pero no lo son; no por estar musculosos quiere decir que son instructores, no”.

El entrenador certificado insistió en que lamentablemente en Poza Rica no hay entrenadores con amplia experiencia o preparados; por lo que del 100%, solamente el 15% está debidamente capacitado. De los pocos que cuentan con experiencia, es porque son Licenciados en Nutrición o en acondicionamiento físico.

“Pero hay mucha banda que compite fisicoculturismo y que luego los ponen como entrenadores, porque lo primero que piensan es que, como se ve atlético, da un buen aspecto y se convierte en un modelo a seguir por parte de los que acuden a los gimnasios”, insistió el entrenador, quien ejerce desde hace varios años.

En Poza Rica, hay gimnasios que cobran desde 200 y 250 pesos al mes, y otros cuyo precio oscila entre los 400 y hasta los 650 pesos, y así como varía el precio, también contrastan en infraestructura, atención y calidad de aparatos.

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