Poza Rica, Ver.- Una mujer denunció que traficantes de órganos la secuestraron y le extrajeron del vientre a su bebé; sin embargo, hoy se sabe que tanto el embarazo de la supuesta víctima, como los hechos que denunció, son falsos.

Después de las investigaciones realizadas por la Fiscalía General del Estado y la Policía Ministerial, se determinó que Leydi “N” nunca estuvo embarazada y la aterradora historia que denunció y que alarmó a la ciudadanía, nunca ocurrió.

Todo indica que la mujer había fingido -durante varios meses- estar embarazada, y al acercarse la fecha en la que debía dar a luz se le hizo fácil inventar esta dramática historia; sin embargo, ahora podría enfrentar cargos judiciales por delitos contra la procuración y administración de la justicia.

El sábado, la mujer originaria del municipio de Tihuatlán viajaba en un taxi, cuyo número económico no dio a conocer. Según su declaración, fue golpeada y perdió el conocimiento; cuando recobró la consciencia, ya le habían extraído el bebé.

Desde que comenzaron a circular videos y declaraciones de la familia de la presunta víctima, miles de personas entraron en pánico y el terror se apoderó de todos, ya que un caso de esta naturaleza nunca había ocurrido en esta zona.

Asimismo, esta versión tomó por sorpresa a la misma Fiscalía, quienes primero acudieron al hospital regional de Poza Rica para comprobar que efectivamente la mujer estuviera internada. Médicos de guardia confirmaron que sí, y su estado de salud fue reportado como estable.

Fuentes confidenciales dieron a conocer que luego de una serie de revisiones médicas y exámenes clínicos se determinó que la mujer, de nombre Leydi N, no estuvo embarazada.

NO SUPO DECIR CUÁNTOS MESES TENÍA DE EMBARAZO

Al ser cuestionada por la policía, la mujer dijo no recordar cuántos meses tenía de embarazo y tampoco declaró dónde había llevado su control de gestación, situación que hizo sospechar a los agentes investigadores sobre la veracidad de este hecho.

 “Todo parece indicar que la señora le mintió a su esposo porque quería tener un hijo, pero las cosas se le salieron de control”, reveló una fuente consultada.

Sin embargo, la familia de la mujer afirmó ante medios de comunicación que Leydi había sido víctima y exigían justicia por este atroz hecho; incluso solicitaron a la Fiscalía que activara la alerta Amber, pero a nadie le constaba el embarazo o la existencia de un bebé.

“EL TAXISTA ME ESTÁ PREGUNTANDO COSAS”

De acuerdo a la información obtenida por este medio, la mujer viajaba en un taxi de alquiler de la ruta Sector 5; minutos después de haber abordado el coche, hizo una llamada a su esposo para decirle que el chofer de la unidad le preguntaba cosas relacionadas con su embarazo y ella tenía miedo.

Al paso de algunos minutos, la mujer dijo que el conductor se desvió y la llevó a un lugar que no conocía; posteriormente le dieron un golpe y perdió el conocimiento y no se supo más de ella.

Horas después, cuando la familia denunciaba la no localización de la mujer y el esposo comparecía ante la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, ésta nuevamente se comunicó para decirle a su pareja que estaba bien, pero que debían ir al hospital, pues le habían “arrancado” al bebé.

Tanto médicos como autoridades confirmaron que la mujer no tenía lesiones ni signos de violencia. Al ser cuestionada sobre cómo le habían extraído al bebé, dijo que “por vía vaginal”, pero no había evidencia de esto.

La naturaleza del tema causó que la sociedad entrara en pánico, y ahora la Fiscalía valora si se ejercita acción penal por el delito de falsedad ante la autoridad.

El Código Penal del Estado de Veracruz, en su Artículo 333 contempla lo siguiente: “A quien falte a la verdad en una promoción o declaración ante autoridad competente, se le impondrá de tres a ocho años de prisión y multa de cien a quinientos días de salario”.

Si se demuestra que la mujer actuó por alguna afectación psicológica o mental, pudiera ser inimputable; es decir, no podría ser procesada.

Por Clemente Hernández Reyes