Poza Rica, Ver. (Vanguardia de Veracruz).- En espera de la primavera, los apicultores tienen esperanzas que este 2025 mejoren las condiciones climatológicas para que las abejas aprovechen la floración y se genere la producción de la miel, ya que se corre el riesgo de que desaparezcan porque no se realizan las acciones pertinentes para la preservación de su hábitat.

Erasmo Hernández es pozarricense, pero se ha dedicado desde hace 20 años a la apicultura en el municipio de Tihuatlán. La miel y otros productos derivados de la abeja son el sustento de su familia, lamentando que en los últimos años ha decaído la producción que proviene de la cosecha que se logra gracias a las colmenas.

“Estamos por arrancar la mejor temporada de miel, pero tenemos un poquito de incertidumbre, normalmente se esperan buenas cosechas, pero ahorita no sabemos cómo va a reaccionar la naturaleza, entonces estamos en espera del famoso cambio climático con el fenómeno de La Niña”.

El apicultor mencionó que durante el 2024 los resultados no fueron favorecedores, si bien la producción de miel depende de las condiciones climatológicas, también advirtió que otro de los problemas es que se anuncian diversas acciones y políticas públicas para preservar a la abeja, pero el mismo hombre está acabando con ellas.

Dijo que en algunas temporadas se ha visto que las abejas desaparecen y en esa ausencia no hay suficiente cosecha de miel como para poder comercializar, como en el pasado, que les permitía ser proveedores al mayoreo.

Y es que, advirtió, en el campo agrícola con el uso de químicos se ha envenenado el medio ambiente y al mismo tiempo a la abeja que no le permite vivir lo suficiente para que los panales estén dotados del llamado oro amarillo, por las bondades para la salud que genera todo producto derivado, desde la miel, la cera, propóleo, polen, entre otros.

El que haya menor producción de miel y el alza de insumos también afecta el precio a los clientes, dijo Erasmo Hernández, quien ha tenido que tomar otras alternativas por la escasez que ha enfrentado en los últimos años y el riesgo de desaparición de las abejas, tal es el caso del diseño de joyería artesanal como otra opción para generar ingresos para su familia.

La apicultura es un oficio que le gusta mucho, pero de continuar reduciéndose la producción tiene firme la decisión de cambiar de actividad económica porque no hay garantías de protección a las abejas, ni tampoco para su hábitat ante el uso de químicos que causan daño al medio ambiente.

En los municipios del norte de Veracruz no hay asociaciones de apicultores, pero esta situación también afecta a otras personas para quienes el llamado oro amarillo era una buena actividad económica, que además beneficia a la salud.

Por Lidia López