Poza Rica, Ver.- Aprovechando la inoperancia de la autoridad sanitaria, los dueños de purificadoras de agua que expenden el producto en máquinas automáticas o sin personal, están violando normas oficiales mexicanas que regulan la calidad del producto, poniendo en riesgo la salud pública.

Tan sólo en la ciudad de Poza Rica, los llamados expendios automáticos económicos de agua purificada abundan, y están disponibles las 24 horas, algo que los hace bastante atractivos, pues el precio es de sólo 10 pesos.

Y es que mientras el precio de un garrafón llega a costar entre 35 y 38 pesos, dependiendo la marca, diariamente, por sólo 10 pesos, cientos de personas rellenan sus garrafones; pero lo barato sale caro, y más cuando está en riesgo la salud.

La Secretaría de Salud es la garante de las disposiciones sanitarias que deben cumplir los establecimientos, expendios y equipos en los que se produce, suministra o vende agua purificada, pero en la práctica no lo vienen haciendo.

Una de las normas que más se viola es NOM-160-SSA1-1995 Bienes y Servicios. Buenas Prácticas para la Producción y Venta de Agua Purificada. También se violenta la NOM-041-SSA1-1993. Bienes y Servicios. Agua purificada envasada. Especificaciones sanitarias.

La Cofepris y autoridades estatales con las que se tienen acuerdos de coordinación, por ser parte del sistema federal sanitario, son las responsables de verificar los establecimientos y realizar muestras de la calidad del agua, pero desde marzo del 2019 a la fecha, estas acciones no se realizan como debía de ser.

El agua para el consumo humano con calidad adecuada es fundamental para prevenir y evitar la transmisión de enfermedades gastrointestinales y otras, para lo cual se requiere establecer límites permisibles en cuanto a sus características microbiológicas, físicas, organolépticas, químicas, etc.

Por norma federal, las máquinas automáticas dispensadoras deben instalarse en recintos cerrados. Estos expendios no deben estar ubicados en áreas de tránsito vehicular o en la vía pública, pero esto no se respeta.

Los mismos consumidores han confirmado que hay casos en los que perciben olores en el agua que compran; por lo tanto, esta es otra señal de que no es apta para consumo humano.

De acuerdo con Miguel Echavarría, quien labora en un laboratorio de análisis bacteriológicos, el que el agua pudiera estar contaminada se debe a que no ha pasado por un tratamiento adecuado, o simplemente que las tuberías están sucias.

Se estima que en la ciudad hay al menos 100 pequeñas industrias de embotelladoras, que si bien comercializan agua y dicen tratarla, no siempre brindan la certeza a sus clientes de que la consumen con calidad, y sobre todo, segura.

Por otro lado, personal de la Jurisdicción Sanitaria confirmó a Vanguardia de Veracruz que se ha solicitado la revisión de negocios donde expenden agua en garrafones, por la sencilla razón de que han detectado que su lavado no se realiza de acuerdo a la normatividad antes mencionada.

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