Poza Rica, Ver.- (Vanguardia de Veracruz).- Al menos 20 personas han sido estafadas por un sujeto que les hizo creer que era delegado sindical de la CFE y les exigió pagos que van desde los 5 mil hasta los 500 mil pesos a cambio de supuestas plazas. El presunto responsable es identificado como Francisco Javier “N”, quien vive en la colonia 27 de septiembre de Poza Rica.

“LOS PUEDO ACOMODAR EN LA CFE”

El caso ha cobrado relevancia en municipios como Tuxpan y Poza Rica, porque el individuo presuntamente hacía creer a las personas que les conseguiría trabajo en la central termoeléctrica Adolfo López Mateos; en los casos que Vanguardia de Veracruz pudo documentar, los testimonios coinciden en que Francisco Javier se ostentaba como delegado sindical y que tenía contactos que lo ayudarían a obtener las plazas.

Sin embargo, aquellos interesados debían aportar cantidades que iban desde los 5 hasta los 50 mil pesos. El trabajo, les decía, era cien por ciento seguro, porque “tenía todo bajo control”.

En la lista de afectados figuran hombres y mujeres que incluso ya tenían empleos seguros, pero en varios casos se ha documentado que, supuestamente, Francisco Javier les pidió que renunciaran porque la oferta se agotaba, lo que ahora constituye una afectación mucho más grave, pues no sólo incumplió con el empleo prometido, también los orilló a renunciar a su fuente de ingresos.

Se presume que Francisco Javier estudiaba muy bien a sus víctimas. Generalmente buscaba perfiles de personas con estudios de ingeniería. Incluso, varios afectados refieren que eran amigos desde hace varios años y jamás imaginaron que se trataba de un engaño.

ASÍ ERA EL “RECLUTAMIENTO”

Los testimonios de personas afectadas y cuyas identidades se encuentran resguardadas por cuestiones de seguridad, narran que Francisco Javier había diseñado un proceso de selección que le permitía engañar con facilidad a sus víctimas, pues varios de ellos creyeron que en realidad estaban cumpliendo con el proceso de contratación de la Comisión Federal de Electricidad. Algunos creen que fue ayudado o asesorado por alguien que conoce la operatividad de la empresa.

“Enviábamos documentos por correo, por ahí nos mandaba todo, ahí respondía (sic) algunos le entregaron documentos originales y al parecer ya no se los devolvió”, narran.

El caso se torna aún más grave, porque Francisco Javier presuntamente utilizaba logotipos oficiales, falsificaba documentos a nombre de la CFE para imprimir “seriedad” al asunto.

Además, el proceso de contratación consistía, aparte de entregar el dinero y documentos, en realizarse estudios médicos, tomarse fotografías para una identificación; todos los gastos corrían a cargo del postulante, pero los afectados aseguran que Francisco Javier les prometió que después les reembolsarían estos recursos, algo que evidentemente tampoco ocurrió.

En entrevista, otro de los afectados describió que una vez que entregaban el dinero les llegaban correos donde se les indicaban que habían iniciado el proceso de contratación. Pero días después la actitud del ahora denunciado cambiaba, generalmente era más difícil localizarlo.

“A algunos los citaba, pero no llegaba a donde les decía, según le salían imprevistos, siempre trataba de vestirse como trabajador de la CFE”, exponen.

Francisco Javier presuntamente logró engañar a varias personas; cuentan que con su estilo de vida aparentaba ser alto funcionario de la empresa, pero todo era parte del plan. Aquellos lujos que ostentaba, señalan, eran sólo para seguir engañando personas.

Por otra parte, los afectados también coinciden en que constantemente les cancelaba las citas de los supuestos laboratorios donde les harían los exámenes, lo que generaba simplemente que no pudieran avanzar en el proceso, pues sin los estudios médicos “era imposible ser admitidos”. Varios de los documentos tenían faltas de ortografía, por ello empezaron a sospechar que era una estafa.

DESCUBREN EL ENGAÑO

Al darse cuenta de que se trataba de un engaño y ante la actitud evasiva de Francisco Javier, los afectados se armaron de valor y acudieron a las oficinas donde supuestamente trabajaba. Ahí descubrieron el engaño.

“Nos dijeron que no trabajaba ahí, que ni lo conocían y que el proceso de contratación no es así, que era un engaño”, narraron.

Bastó una publicación en redes sociales para que surgieran más defraudados; actualmente se organizan para emprender acciones legales contra dicho individuo, pues saben dónde vive él y su familia.

Incluso, el pasado 8 de noviembre, los jóvenes acudieron a su domicilio para encararlo. Francisco Javier se mostró sorprendido de cómo sus víctimas habían logrado ubicarlo y estaban unidos en su contra.

Ese día, los familiares de esta persona se dijeron sorprendidos, pero se comprometieron a pagar a cada uno de los afectados citándolos para otra fecha. Sin embargo, días después cambiaron de opinión y advirtieron: “háganle como quieran, nosotros no vamos a pagar, si quieren demanden”.

Francisco Javier logró engañar a varias personas incluso haciéndoles creer que sus padres eran jubilados de la CFE, cuando la realidad es que sus progenitores son comerciantes.

Los afectados sólo pretenden que Francisco Javier les devuelva el dinero y se comprometa ante las autoridades a reparar el daño, de lo contrario pedirán que pague con cárcel. No se sabe si será denunciado por parte de la CFE por falsificar documentos oficiales.

Por Clemente Hernández Reyes

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